11.30h

Primer día de nuestros 3 días en Bali. Al bajar del avión ya se respiraba un ambiente distinto. Más relajado, más amigable, más turístico también. Salimos del aeropuerto y pusimos dirección a la parada de taxis, donde nos constó media hora encontrar uno que nos llevara al centro de Ubud, donde nos alojábamos, por un precio razonable.

El trayecto fue muy ameno, y aunque tardamos algo más de una hora en llegar, el simple hecho de mirar por la ventana y verlo todo tan distinto hacía que se pasara el tiempo volando.

Al llegar dejamos las bolsas, nos duchamos y nos fuimos a descubrir el centro de Ubud. Cabe remarcar que en Bali fue donde mejor cambio encontramos, 19.000 IDR por euro. Comimos en un restaurante precioso, paseamos por las tiendas, todas muy hippies (mi paraíso), y nos dejamos llevar por la tranquilidad que se respira en la isla. Con sólo un par de horas, ya estábamos enamorados.

Nos alojamos en una homestay muy cerquita del templo de los monos, prácticamente en el centro pero alejados del bullicio, muy bonita y auténtica. Y así, sintiéndonos tremendamente afortunados, nos dormimos con muchísimas ganas del día siguiente.

09.00h

Habíamos contactado con Riasa, nuestro guía y conductor, desde Barcelona, y fue él el que nos llevó a conocer la isla durante los 3 días que estuvimos por Bali. Es muy común reservar un coche con conductor para moverse por la isla y para nosotros fue ideal ya que íbamos a estar pocos días, así que recomendamos un montón reservar únicamente coche y conductor, y una vez en los templos, contratar a un guía si es lo que quieres. Así puedes ir tranquilamente a visitar los templos, aprender de la historia, y luego hacer fotos con calma.

Nos pasó a recoger por nuestro hostal a eso de las 9h, y pasamos a recoger a dos parejas más con las que compartiríamos los siguientes dos días recorriendo Bali.

Ese día visitaríamos la cascada Nungnung, el templo Ulun Danu Beratan, los Twin lakes o lagos gemelos, haríamos una visita a los monos, a los arrozales Jatiluwih y al templo Tanah Lot.

➜Reserva aquí tu coche con conductor para Bali

Cascada Nung Nung

Esta impresionante cascada fue nuestra primera parada en la isla de Bali. Tuvimos suerte de ir temprano y no nos encontramos con nadie más, así que pudimos disfrutarla prácticamente en soledad.

Templo Ulun Danu Beratan

Para mí es el templo más bonito de Bali junto al Pura Besakih, y eso que la isla tiene más de 10.000! Posee un encanto y una magia especial al estar construido al lado del lago Beratan, que le da nombre, y está dedicado a la diosa del agua Dewi Danu.

Al entrar nos dimos cuenta que habíamos ido un día que había plegarias, y se congregaban muchísimos balineses, hecho que también sucedió en Pura Besakih e hizo todavía más especiales las visitas a estos dos increíbles templos.

Twin lakes y los monos

Dos lagos gemelos y unas vistas espectaculares fue nuestro siguiente destino, en el cual también nos acompañaron algunos monos muy simpáticos.

Arrozales Jatiluwih

Bali tiene miles de plantaciones de arroz, y nosotros fuimos a una de ellas, Jatiluwih, desde dónde puedes verla con perspectiva. Nos hubiera gustado bajar y caminar entre los canales, pero en esa ocasión no pudo ser porque viajábamos con dos parejas más. Por eso decimos que, si volviéramos hoy, contrataríamos solo el coche con conductor, porque te lleva a los lugares y se espera hasta que tú te quieras ir. ¡Nos quedó pendiente así que seguro que volvemos!

Templo Tanah Lot

El templo más emblemático de la isla según nos contó Riasa. A una hora determinada salen a volar miles de murciélagos coincidiendo con el atardecer. Es precioso, y cuando la marea está baja puedes andar y aproximarte al templo para verlo más de cerca.

Ese día acabamos bastante cansados, pero es el precio que hay que pagar por querer ver tantas cosas con el tiempo tan ajustado. Al llegar a Ubud de nuevo, cenamos unos Mie Goreng en un puestecito callejero, y a dormir, que mañana nos espera otro gran día 🙂

Nos alojamos en Ubud, la zona cultural de Bali y dónde se concentran la mayoría de atractivos turísticos. Recomendamos 100% quedarse por esta zona si estás pocos días.

Era nuestro último día en Bali pero se avecinaba igual de intenso que el anterior. Ese día visitaríamos el templo del Manantial sagrado Sebatu, el bosque de bambú, el mirador de Kintamani, el templo madre Pura Besakih y el templo Goa Gajah, y al terminar la ruta teníamos pensado con Sergi adentrarnos en el mercadillo de Ubud.

Igual que el día anterior, Riasa nos vino a buscar con su furgoneta y después pasamos a recoger a las otras dos parejas.

Templo manatial sagrado Sebatu

Nuestra primera parada fue el templo del Manantial sagrado Sebatu, y coincidimos, de nuevo, con olas de balineses que iban a purificarse. Simplemente impresionante.

Bosque de bambú

Un bosque de bambú gigante y muy bonito pero quizás, para nosotros, la visita más prescindible de todas.

Mirador Kintamani

Subimos una montaña para observar las vistas del volcán y del lago Batur, cerca del pueblo de Kintamani. Pero justo cuando llegamos, la cima se empezó a nublar y no pudimos ver las vistas con toda claridad.

Templo Madre Pura Besakih

Otro de nuestros templos favoritos de Bali, y el más importante de la isla, el templo madre. Como con los otros, nos encontramos a muchos balineses. Es un recinto gigante, compuesto por 22 templos, y entre estos, existen tres templos dedicados a la trinidad Hindú: Shiva (el destructor), Brahma (el creador) y Visnú (el preservador).

Templo Goa Gajah

El último templo que visitamos en Bali fue Goa Gajah, y está dedicado al dios Ganesha, dios de la ciencia, del cual se encuentra una escultura en el interior, ya que, más que un templo, podríamos considerarlo una cueva. Es distinto a los demás y merece la pena la visita.

Como ya venía siendo habitual en nuestro viaje por Indonesia, buscamos algún restaurante típico para cenar, compartimos las sensaciones que habíamos tenido durante esos tres días en la maravillosa Bali ¡Y a descansar! Bali nos había robado el corazón y nos dio muchísima pena irnos tan pronto… Es una isla que te atrapa con su magia. Un viaje que hay que hacer, al menos, una vez en la vida. Pero otra aventura nos esperaba al día siguiente… nos íbamos a las islas Gili!!