2 días en Yogyakarta: nuestro viaje

Aterrizamos en el aeropuerto de Semarang y, junto a dos parejas de catalanes que conocimos ahí, y cogimos un taxi hasta Yogyakarta. Era nuestro primer contacto real con la caótica Asia, y no podíamos estar más emocionados.

La llegada a la capital de Java nos impactó y lo recordaremos siempre: estábamos en Asia, y ya no había vuelta atrás, nos habíamos enamorado. No porque Yogyakarta sea preciosa, si no por estar viajando de una manera tan auténtica. Nos esperaban dos días visitando la ciudad y sus dos templos más famosos: Prambanan y Borobudur. ¡Allá vamos!

2 días en Yogyakarta: nuestro viaje

Día 1. Llegada a Yogyakarta

18.00h

Para empezar esta ruta de 2 días en Yogyakarta, el taxi nos dejó al principio de Malioboro Street, la calle principal de Yogyakarta. Bajamos, nos despedimos de nuestros compañeros viajeros y emprendimos la búsqueda de nuestro hotel. En ese momento fue cuando notamos que estábamos fuera de Europa. La gente nos miraba, curiosa, a nuestro paso. Las calles desprendían un olor que, sin llegar a ser desagradable, era fuerte y penetrante. Una mezcla entre la gasolina de las miles de motos que circulaban sin cesar por sus calles, y los puestos de comida callejera que había en cada rincón. Tenemos que decir que nos impactó. Teníamos ganas de dejar nuestras mochilas y salir a recorrer las calles con más tranquilidad, pero no encontrábamos nuestro hotel. Después de pasar casi 1h callejeando arriba y abajo, nos dimos por vencidos y entramos en un hotel ubicado en Maliboro Street.

20.00h

Nos duchamos. La mejor ducha de todos los tiempos 😉 y salimos a buscar algún sitio para cenar. Todo era nuevo para nosotros, nuevo y maravilloso. Tan diferente a lo que estábamos acostumbrados que hasta el cableado que inunda los cielos de Jogjakarta nos parecía increíble.

A las 5 am nos despertó un sonido peculiar. Habíamos oído hablar de algo denominado «llamada a la oración«, pero no pensábamos que fuera a despertarnos. Pero sí, lo hizo. Provenía de las mezquitas de los alrededores de nuestro hotel, y llamaba, como bien dice su nombre, a los musulmanes para que acudieran a rezar.

Después de ese percance, nos costó dormirnos. Sería la excitación de pensar qué nos esperaba al día siguiente, pero en mi cabeza no paraban de asomar miles de pensamientos sobre los últimos tres días vividos. Habían sido impresionantes. Pero hoy tocaba empezar una nueva etapa de nuestro viaje, esta vez en Jogjakarta, la segunda cuidad más grande la isla de Java, en Indonesia.

Día 2. Templos Prambanan y Borobudur, algo imprescindible que hacer en 2 días en Yogyakarta

09.00h

La noche anterior habíamos reservado en nuestro hotel un taxi que nos vino a recoger y nos llevaría, durante todo el día, a recorrer dos de los templos más visitados de Indonesia, Prambanan y Borobudur, de las mejores cosas que hacer en 2 días en Yogyakarta. Vale la pena reservar la excursión con antelación, así te ahorras regatear (si es que no te gusta), y lo tienes todo atado antes de llegar al país.

Vale la pena recalcar que no están en la ciudad de Yogyakarta, pero es en la que la mayoría de viajeros suelen hospedarse y utilizan como campamento base, ya que desde su aeropuerto puedes volar a multitud de destinos del país.

Nos despertamos con muchas ganas, cómo siempre que estamos de viaje, sobre todo los primeros días. Bajamos al restaurante del hotel y tomamos un típico desayuno indonesio, que viene siendo una especie de arroz glutinoso con huevo frito, verduras y un té de Java para acompañar. Esa mañana la dedicaríamos a ir al templo Prambanan primero, y después a Borobudur. Al bajarnos del taxi ya alucinamos.

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El recinto de Prambanan es una explanada enorme llena de jardines y pequeñas construcciones que seguían un camino hasta llegar al centro, donde se alza el templo. Realmente no es un solo templo, sino que son tres templos, cada uno dedicado a una de las tres principales divinidades hindúes: Shiva, Bisnú i Brahma.

Al entrar la verdad que nos impresionó. A medida que íbamos andando encontrábamos lo siguiente más espectacular a lo anterior.

Al salir te hacen pasar sí o sí por el mercadillo ambulante donde puedes comprar toda clase de objetos y recuerdos de tu visita a los templos. Fue curioso porque eso nos pasó también en otros templos de Indonesia, y, aunque había gente que se tomaba a mal el hecho de no poder escoger si pasar o no por las paradas, nosotros disfrutábamos viendo todos los productos que ofrecían.

Nuestro conductor estaba esperándonos fuera para llevarnos a Borobudur, y tardamos aproximadamente a unos 30 minutos en taxi.

Para poder entrar al recinto tienes que llevar una indumentaria que cubra tus rodillas. Si no es tu caso te ofrecerán un sarong (una especie de pareo) que deberás devolver a la salida, y pagar la entrada (con carnet estudiante es más barata, no importa que sea de hace mil años, a nosotros nos funcionó!).

Personalmente nos gustó más Borobudur que Prambanan. Ahí, todo y estar lleno de gente, pudimos disfrutar del templo a veces en soledad, y sentimos esa aura especial que desprenden este tipo de construcciones.

Es bonito empezar por abajo y subir poco a poco hasta la cima (es un templo con forma cuadrada y el centro circular) donde se encuentran las gigantescas campanas.

18.00h

Al llegar al hotel nos encontramos con muchísima gente congregada en las aceras, esperando algo que debía de venir por la carretera. No sabíamos qué era pero nos picó la curiosidad y decidimos esperar. Finalmente llegó lo que acabó siendo un desfile que celebraba los 70 años de la independencia de Indonesia de los Países Bajos. Simplemente espectacular.

Dedicamos el resto del día a recorrer Yogyakarta, más que nada su zona principal. Intentamos siempre que podemos movernos a pie y juntarnos con el bullicio que desprende la gente de las ciudades. Así que disfrutamos recorriendo sus calles principales, sus callejuelas, comiendo en los warungs, esquivando una moto prácticamente a cada segundo y haciéndonos fotos con los locales, ¡parecíamos famosos!

 

En la calle Malioboro encontrarás todo lo que quieras. Es el mejor sitio de toda Indonesia, a nuestro parecer, para comprar cualquier cosa: ropa, bisutería, camisetas de fútbol, e incluso electrónica. Todo a un precio baratísimo comparado con España, así que no lo dudamos y compramos algún que otro recuerdo de nuestra estancia en la ciudad. A lo largo de toda la calle hay muchísimas tiendas locales dónde poder regatear y pasar un rato agradable, pero si lo tuyo es ir al grano, también encontrarás centros comerciales. ¡En Asia hay espacio para todos!

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Día 3. Otra gran aventura nos espera

Nuestra aventura en la isla de Java estaba terminando, así que hicimos la mochila, agradecimos al personal del hotel el buen trato, y cogimos un taxi dirección al aeropuerto, que tardó aproximadamente 1h. Poníamos rumbo a otra aventura en tierras indonesias… la isla de Sulawesi, con sus poblados torajas y sus rituales funerarios nos esperaba. Puedes leer nuestras aventuras aquí.

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